Introdución al año 1976

Por fín llegaría en este año la oportunidad de conocer Picos de Europa. Las rutas realizadas en años anteriores, habían servido tanto para afianzar mis ganas de seguir explorando estos territorios completamente desconocidos para mi, como para ir adquiriendo una preparación y unos conocimientos que me permitiesen afrontar con éxito la realización de empresas mas ambiciosas y deseadas tal como adentrarme en el hasta ahora idealizado mundo de Picos. Sin duda, la magnífica impresión recibida en las dos salidas a Las Ubiñas el año anterior, sirvieron de trampolín para aventurarme por Picos. Una primera ruta, de aproximación y reconocimiento, en Abril y una segunda recorriendo el corazón del Occidental y Central,en Agosto conquistando varias de sus cumbres y alcanzando el techo de Picos: Torrecerredo, sirvieron para hacerme ver y palpar una realidad que me dejó completamente maravillado. Aquellos Picos de los que tanto había leido, visto fotos, charlado sobre ellos.....eran una realidad. Estaban ahí, imponentes, majestuosos, ofreciéndose a ser conquistados aunque también como podría ver, cobrándose sus tributos humanos. Fue pues, un año importante en la consolidación de mi afición por la montaña con la que cada vez disfrutaba mas, pero a la que también cada vez mas, aprendí a respetar y adaptarme a sus exigencias.