supuso un afianzamiento en mi afición. Como bien se recoje en la libreta, para ese año no solo aspiraba a seguir saliendo y haciendo cumbres: " (.....) hago la firme resuloción de (...) subir a una altura (...) con alguna subida buena."
sino que también me incorporé al G.M. Vetusta
lo cual supondría una importante fuente de conocimientos tanto por los boletines del Grupo
como por las proyecciones de diapositivas que se realizaban los jueves en el salón de aquellos locales de la avenida de Galicia donde por primera vez vería fotos de aquellos espacios soñados descubiertos en el libro de Pérez de Tudela.
Allí conocí también a Chema Arguelles, Julián, Corcobado, Tano y tantos otros socios del grupo con los que en animadas charlas iba compartiendo y adentrándome en la pasión que ellos trasmitían por la montaña.
Fruto de todo ello fueron las salidas que fuí realizando a lo largo del año, acompañado por mis amigos, y que paso a detallar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario